Preparando una comunicación para el XVI Congreso de AHILA

Hola amigos:

Estoy rematando mi próximo proyecto de investigación. Se trata de una comunicación al XVI Congreso de AHILA (Asociación de Historiadores Latinoamericanistas Europeos) "El nacimiento de la libertad en la Península Ibérica y Latinoamérica. Orígenes, Evolución y Debates", que se celebrará en San Fernando de Cádiz entre el 6 y el 9 de septiembre de 2011. Os digo unas cuantas cosillas de esta organización. Es una institución, sin fines de lucro, que a lo largo de veinte años de labores sin interrupción, ha logrado reunir más de 300 especialistas vinculados con todas los mayores centros de docencia e investigación de Europa. Sus lenguas oficiales son el español y el portugués.

Bueno volviendo a mi comuniciación. La presento en el simposium número 35 La economía marítima de América Latina, Siglos XVI-XXI dirigido por Carlos Martínez Shaw y Hernán Asdrubal Silva. Jornadas de trabajo que se organizan siguiendo el eje de investigación del grupo de trabajo permanente La economía marítima de la carrera de Indias coordinado por el mismo Carlos y por Marina Alfonso Mola.

Vayamos con el título: Pedro de Mora y Salazar: marino, espía y administrador de la comisión del cáñamo de la Real Armada en Granada. En la comunicación pretendo abordar la figura de este marino de la Real Armada que colaboró estrechamente con Jorge Juan y Santacilia. Y, como no, también acompañó a Juan en su estancia en el arsenal de Cartagena y en el redactado del reglamento de jarcia que constituye el núcleo central de la trama de la novela histórica El Maestro de Jarcia.

A lo que vamos, voy a utilizar su biografía como excusa para analizar el funcionamiento de la Comisión del Acopio del Cáñamo del Reino de Granada en los años 70 del siglo XVIII, Mora y Salazar, ya en la parte final de su vida, se convirtió en un eficaz agente que controlaba el funcionamiento de esta organización. Su papel era muy relevante porque las comisiones del cáñamo significaron un importante foco de problemas para la administración borbónica. Generalmente, eran consideradas como una afrenta por los gremios de los oficios afines a las labores del cáñamo y el esparto pero, también, eran rechazadas pro las corporaciones de propietarios y productores que querían especular con el fruto de sus campos.

En definitiva que me queda poco más de un mes y medio para darle cuerpo definitivo a mi comunicación y os invito a hacerme sugerencias, así como os recomiendo que os apuntéis al congreso porque existen muchos simposios de temáticas muy variadas e interesantes.