jueves, 23 de junio de 2011

Cómo era un combate naval en un jabeque español en el Setecientos

Hola:

Hoy me he decidido a traeros el otro documento que os servirá para documentar los combates navales que los jabeques españoles mantenían con los corsarios del Magreb durante el siglo XVIII.Como ya os anticipé es el parte oficial del combate tenido entre los hermanos Barceló y unos corsarios argelinos en 1766

El documento, en concreto, es un informe realizado por, el balear, Antonio Barceló, conocido como capità Toni al marqués de Esquilache. El envió se realizó en enero de 1766, estando a bordo del jabeque Atrevido, y fondeado en el puerto de Almería. Se conserva en el Arxiu Municipal de Palma de Mallorca y yo os lo cito por el artículo de J. Llabres, "Un encuentro naval de Barceló conmemorado con un ex-voto (1766)", en Revista General de Marina, nº 183 (1972), pp. 379-388.

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Diario de lo acaecido en la navegación del 17 de enero de 1766 hasta hoy dia de le fecha—Este día, a las cinco de le mañana, me hice a le vela de la rada de Lugar Nuevo y dirigí mi derrota la vuelta del L. con el viento por el terral bonancible, y el 18, habiendo reconocido los cabos Martín y San Antonio y algunas embarcaciones que no dieron noticia alguna, fondeé en Altea a hacer la aguada, y el 19, a las cuatro de la mañana, me hice a la vela en demanda de dichos cabos con los vientos del N y NO bonancible, y sobre éstos me mantuve, reconociendo varias embarcaciones, que no dieron noticia alguna de moros hasta el 21 por la mañana, que, por ser el viento fresco por el L, determiné arribar el O, reconociendo la costa, y hallé a un jabeque ibicenco que venía de Almazarrón sin novedad de moros.

A la una y media de la tarde, hallándome a las inmediaciones de Altea, dispararon un cañonazo que comprendí sería llamarme para darme alguna noticia, por cuyo motivo me atrevesé y ví que salía un laud en mi demanda, y habiendo llegado e las dos y media, me dio noticia como a las once de dicho día había recalado sobre Benidorm un jabeque de moros y en el mismo paraje había apresado una saetía catalana, habiendo tomado el rumbo del S. A esta hora hice toda fuerza de vela, gobernando el SSO con el viento muy fresco por el L y gruesa mar, haciéndole señal al jabeque San Antonio hiciera lo mismo.

A las tres y media avisté dos embarcaciones por el tercer cuadrante, algo separada la una de la otra, por lo que icé señal al San Antonio hiciere por la que estaba más a sotavento. pues era la que tenía más inmediata, y yo fui al seguimiento de la que se hallaba más a barlovento, a la que di alcance a las cinco y media de le tarde y reconocí era le saetía apresada, y acercándome a ella me largó insignia argelina, al que se le gritó se rindiese y arriase sus velas, lo que no quiso ejecutar, por cuyo motivo y el de no poder abordarle por la gruesa mar y viento, mandé se le hiciese fuego, al que correspondió con tres cañones que tenía por banda. fusilería y trabucos.

Viendo se mantenía con tenacidad haciéndome fuego, me obligó a repetir con diferentes descargas, correspondiéndome él a todas hasta las diez y media, en que, habiéndole desmantelado del aparejo, cesó de hacer fuego, llamando que fuesen por ellos, que ye estaban rendidos y se iban e pique, por lo que, sin pérdida de tiempo (no obstante le mucha mar y viento) mandé le lancha y recogí cuatro cristianos y dieciocho moros; quedando algunos en dicho buque; volví a mandar segunda vez le lancha a fin de recogerlos, pero antes de llegar, que fue entre una y dos de le mañana, se fue a pique.

A esta misma hora, viendo que el tiempo se iba cerrando y el viento y la mar iban creciendo, me puse a la capa, a ver si por la mañana podía avistar algo, y habiendo amanecido y no avistado cosa alguna, mareé en vuelta del O, reconociendo la costa y fondeaderos a ver si encontraba la otra conserva, de la que no me dieron noticia alguna hasta el día 23 en el castillo de Cabo de Gata, como se hallaba en Almería, en cuyo paraje di fondo el día 24, en donde quedé incorporado. El jabeque corsario era del porte de 10 cañones con 100 moros y turcos de tripulación. No se ha podido averiguar el número de éstos que pasó a la saetía; sólo vi que habían padecido muchos muertos y heridos y, asimismo, algunos que se ahogaron al irse a pique. La saetía nombrada San Juan Bautista, su patrón Juan Bilar de Bo, de Mataró, llevaba 17 hombres de tripulación, de los cuales le mató dos y herido de muerte su patrón cuando le abordaron en la defensa que hizo.

La carga de la saetía consistía en 1.600 barriles de aguardiente, 60 pipas de vino, 14 fardos de indiana, 12 fardos de papel blanco, 50 sacos de avellanas, sin otras menudencias.

A bordo del jabeque Atrevido, al ancla en la bahía de Almería, a 24 de enero de 1766.—Antonio Barceló (rubricado).

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